lunes, 22 de noviembre de 2010

BRACHIOSAURUS.


Brachiosaurus: Significa reptil con brazos. Su nombre es debido al gran tamaño de sus miembros anteriores. Pertenecía al grupo de dinosaurios más grandes y posiblemente los mayores animales terrestres, los Braquiosáuridos.

Es muy probable que el esqueleto montado en el Museo Humboldt en Berlín, sea uno de los mejores dinosaurios en exposición en el mundo. Fue uno de los dinosaurios mayores y más pesados que han existido, que vivió en casi todo el mundo. Un hombre sólo le habría llegado un poco menos de la rodilla de las patas traseras. Tenía un cuerpo voluminoso, el cuello muy largo, la cabeza pequeña y una cola relativamente corta.

Tenia dientes como tachuelas, en forma de cuchara, con espacios entre ellos. Cuando comía, cerraba la boca sobre una rama con hojas y echaba la cabeza atrás. De este modo, sus dientes rastrillaban la rama, desgajando las hojas, con las que formaba una bola húmeda en la boca, y se la tragaba. No tenía dientes para masticar y triturar, por lo que probablemente se tragaba también pequeñas piedras, llamadas gastrolitos. Estas piedras lisas permanecían en su estómago y le ayudaban a moler las hojas hasta convertirlas en una pasta digestible.

Un largo y flexible cuello elevaba su cabeza, tanto como para mirar en un edificio de cuatro pisos. Las vértebras cervicales presentaban espacios huecos para aligerar el peso que había que levantar, igual que las actuales grúas de construcción. Necesitaba un corazón muy potente para bombear la sangre por el largo cuello hasta la cabeza. Algunos científicos creen que quizá tuviera un segundo corazón más potente, que contribuía a esta tarea. Podía decirse incluso que se trataba uno de los dinosaurios con el corazón más grande de todos los tiempos: tanto, que un hombre podía haberse sentado en su interior.

El gigantesco corpachón tenía una forma muy parecida al de las modernas jirafas, debido a que tenía las patas delanteras desacostumbradamente largas para un saurópodo. Estas largas patas, que doblaban en longitud a las traseras, junto con los fuertes músculos cervicales, le ayudaban a sostener su cuello y alcanzar la copa de los árboles más altos para alimentarse, a las que no llegaban la mayoría de los demás herbívoros. También hacían que su lomo descendiera desde la cruz hasta las caderas.

Las patas siempre las mantenía rectas, si las hubiera doblado se le habrían roto debido al peso del cuerpo. Los elefantes también las mantienen rectas por esa misma razón. Necesitaba comer en grandes cantidad para obtener la energía necesaria para alimentar aquel inmenso cuerpo. No podía masticar su comida, por lo que necesitaba un abdomen mucho mayor que el de la jirafa. Un elefante ingiere 150 kilogramos de vegetales al día. El dinosaurio puedo haber necesitado, a fin de digerir lentamente su dieta diaria de 1.500 kilogramos de alimento al día, esto es, diez veces más. Probablemente se desplazaba en manadas que cubrían grandes distancias cada día en busca de árboles.

Medía 23 metros de longitud, 12 de altura y un peso estimado en 51 toneladas. Vivió hace desde 152 a 145 millones de años, a finales del Jurásico y principios del Cretácico, en América del Norte, Europa, Asia, África y quizá Australia.

Referencias:

http://www.duiops.net/dinos/brachiosaurus.html

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